El domingo 20 de octubre amaneció soleado y un vientito permanente refrescaba la calurosa jornada. La Virgen de las Flores nos recibió en su casa de La Floresta para festejar un día en familia. El Santuario estaba a pleno a la hora de celebrar la Santa Misa que fue presidida por el padre Eldo y acompañada por los hijos de Don Orione y fieles de la comunidad que también se acercaron. Al inicio se entronizó un cuadro de la Mater Dei, llevada hasta su lugar por un muchacho y una muchacha de los Cottolengos masculino y femenino respectivamente. Se bendijo la Pila Bautismal y la “Casa de la Esperanza”, un lugar reservado para el descanso de las cenizas de nuestros seres queridos que ya partieron.

A la tarde compartimos un momento de esparcimiento animado con cantos y bailes, destacándose la participación del grupo local de danzas tradicionales “Fogones Costeros”. Los niños remontaron “cometas” y jugaron al fútbol en familia en un clima de serena alegría.

Terminamos la jornada rezando un Rosario a nuestra Madre, para luego ir retornando cada uno a su lugar de origen. Una vez más el Señor, nuestra Madre y nuestro santo nos reúnen a compartir un momento de alegría vivido en familia.

¡Ave María y adelante!

MLO Uruguay

El Señor es muy generoso con nosotros, y si estamos atentos, Él se deja ver. Así sucedió el jueves 29 de agosto, celebrando la fiesta de Nuestra Señora de la Guardia. Luego de la Santa Misa, presidida por el cardenal Daniel Sturla, siempre cercano a la familia de Don Orione, varias personas se acercaron al cardenal para saludarlo, otros para decirle algunas palabras y algunos simplemente para sacarse una foto de recuerdo. Es así que improvisadamente, tuve que hacer las veces de fotógrafo con los celulares de mis hermanas que me lo requerían. Pasaban los minutos, el cardenal muy amable con todos, iba ganando terreno y acercándose poco a poco a la salida, sin dejar de atender a nadie. Y mis ojos repararon en un anciano muy flaco y alto, de pelo blanco y barba corta, también blanca. A mis hermanas les llamó la atención el parecido físico con Guillermo, un hermano orionita de nuestra parroquia de La Floresta, que falleciera hace algunos meses y que siempre acompañaba en todos los eventos de la familia de nuestro Santo. Continua a leggere→

El 3 de agosto tuvo lugar el encuentro de la Escuela de formación Orionita, en la Parroquia Santo Tomás de Aquino, Soca.

Para dar comienzo se rezó al Espíritu Santo y se compartió una oración que se extrajo de la carta que Don Orione escribiese a sus religiosos el 24.8.1937.

Contamos con la compañía de los grupos de niños de catequesis de Soca, Estación Floresta y Araminda, los cuales vivieron la experiencia de tener su encuentro de catequesis de manera diferente.

La propuesta para el desarrollo del encuentro partía de definir tres palabras “Cottolengo“, “Don Orione” y “Caridad” de forma breve. Se dividieron en grupos y luego se hizo una puesta en común. De allí surgió una catequesis que nos enriqueció a todos. ¡Cuánto aprendemos cuando nos encontramos bajo la mirada y el carisma de Don Orione!

De la reflexión de los niños de catequesis surgió: “Don Orione”, una persona feliz, que ayudaba a la gente, que hablaba de Dios. ¡Con la naturalidad de su edad resumieron lo que Don Orione hizo propio, las enseñanzas de Jesús, las Bienaventuranzas!

El encuentro culminó con la Eucaristía, celebrada por Padre Raúl que llego desde Montevideo junto a los muchachos del Cottolengo Masculino.

Agradeciendo a Dios lo vivido, esperamos reencontrarnos para seguir creciendo bajo la espiritualidad de Don Orione.

¡AVE MARIA Y ADELANTE!

El feriado del jueves 18 de julio pasado, día en que se conmemora la Jura de la Constitución, sirvió de pretexto para juntarnos varios de los miembros del grupo de Coordinación del MLO en el anexo del Cottolengo Masculino en La Floresta y vivenciar una Jornada de Convivencia y Oración.

La consigna del encuentro fue, de alguna manera, vivir el Cottolengo en carne propia. Así es que en primera instancia se nos invitó a recorrer las instalaciones de manera libre y conversar con los residentes y con el personal en medio de sus tareas. La alegría acostumbrada reinante en los muchachos, fue invadida por una reflexiva paz, provocada por la reciente ausencia del Hno. Gerardo, quien estaba al frente del Cottolengo, y que hace unos pocos días pasó a la Casa del Padre. Al mediodía, compartimos el almuerzo con los muchachos, y fue motivo para conversar con ellos un rato más y hasta sacarles alguna sonrisa.