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ARGENTINA – 25 anniversario dell’arrivo del Cuore di Don Orione in Argentina

 En Argentina he hallado para siempre mi segunda patria, y Dios mediante volveré a ella vivo o muerto, pues quiero que mis cenizas descansen en el Pequeño Cottolengo Argentino de Claypole. Preveo que partiré de aquí hacia fines de julio, pero dejo mi corazón en la Argentina, donde espero volver pronto había dicho en nuestro país Don Orione antes de su partida a Italia en 1937.

Su deseo se cumplió el 29 de agosto del año 2000 con la llegada definitiva de su Corazón al Cottolengo de Claypole, lugar donde plasmó su sueño de ver un mundo con lugar para todos. Allí se preparó un ámbito especial dentro de la capilla, donde se encuentra el relicario con su corazón incorrupto. Desde entonces se transformó en centro de oración y peregrinación donde miles de fieles van todos los días del año a depositar sus esperanzas, sus pedidos, agradecimientos, o simplemente a visitar y sentir la presencia del Santo fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia.

 

La notizia in italiano sul sito Don Orione nel mondo

La notizia sul sito web PSMC

Por qué el corazón en Argentina

La Reliquia del Corazón de Don Orione ya había estado visitando  en nuestro país en 1984. Al año siguiente de aquella venida,  los obispos argentinos solicitaron al Superior General de los Hijos de la Divina Providencia y a su Consejo Generalicio que concedieran la gracia de tener permanentemente en Argentina el corazón del entonces Beato.

Algunos de los fundamentos de esa solicitud fueron:

  • La fuerte devoción que hay por Don Orione y su obra en la sociedad argentina.
  • La carta autógrafa del 29 de mayo de 1937, en la que Don Orione manifiesta que vivo o muerto volverá a la Argentina y en la que firma “Don Orione Argentino”.
  • El discurso radial de despedida de Argentina, el 30 de julio de 1937, en el que Don Orione expresa su deseo de que sus cenizas duerman en el Pequeño Cottolengo Argentino en Claypole.
  • Su oración por la Argentina, a la que denomina “segunda patria”.
  • La fuerte devoción que hay por Don Orione y su obra en la sociedad argentina.

En el XI Capítulo General de los Hijos de la Divina Providencia –realizado en Roma en 1998–, por pedido expreso de los religiosos de Argentina, se volvió a considerar aquella petición de los obispos, llegándose finalmente a su aprobación.

 29 de agosto del año 2000

Ese día, la Familia Orionita de Argentina vivió un momento histórico: el reencuentro definitivo con la reliquia del corazón de Don Orione. Bajo un cielo azul y un sol tibio de invierno, cientos de personas se acercaron al Pequeño Cottolengo de Claypole para participar de una celebración profundamente espiritual.

Una jornada de emoción y encuentro

En la festividad de Nuestra Señora de la Guardia, advocación mariana venerada especialmente por Don Orione, jóvenes, familias y religiosos de todo el país se mezclaban con los rostros alegres de quienes vivían en el Cottolengo, que recibían a los peregrinos con afecto espontáneo. Mientras tanto, en Ezeiza, llegaba la reliquia desde Italia, traída por jóvenes que habían participado en la Jornada Mundial de la Juventud en Roma. Al ingresar a la sala de recepción, el corazón de Don Orione generó un silencio reverente y una paz profunda. Se sentía su presencia.

 “Vivo o muerto volveré”

Desde distintas provincias y países vecinos, la gente compartía mate, cantos y abrazos. A la una de la tarde, entre bombas de estruendo y aplausos, llegó el relicario al Cottolengo. “¡Viva Don Orione!” resonó por los altoparlantes. La multitud lo acompañó en su recorrido, saludando, rezando, emocionándose. El relicario se detuvo frente a los asistidos, quienes lo recibieron con una felicidad conmovedora. Luego, todos rezaron juntos el “¡Ave María, y adelante!”, lema que Don Orione usaba para animar a hacer el bien.

Celebración eucarística

La misa de bienvenida se celebró en el Polideportivo San Ignacio, ante unas 10.000 personas. La liturgia reflejó el espíritu de la Obra: María Fe, hermana ciega, leyó en Braille el pasaje de Isaías sobre sanar corazones heridos. El Evangelio de Mateo recordó el compromiso con el que sufre. Mons. Desiderio Collino destacó que en medio de las contradicciones del siglo, Don Orione representa la santidad como respuesta. “Sólo la caridad salvará al mundo”, dijo.

Sobre el final de la celebración, el padre Adolfo Uriona -entonces Superior Provincial de la Obra Don Orione en Argentina-, recordó las palabras de Don Orione que fueron el lema de esta venida: “Mientras subía las escalinatas del barco que lo llevaba de nuevo a Italia, dijo vivo o muerto volveré. Hoy se cumplió un milagro, porque volvió de las dos maneras: en la reliquia de su corazón muerto materialmente, pero más vivo que nunca en sus religiosos y laicos, y especialmente en los jóvenes y en los pobres del cottolengo”. Y señalando con su mano el relicario ubicado en el altar, el P. Uriona concluyó: “Don Orione está presente. Hagámoslo vivo en todas nuestras comunidades”.